El portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, afirmó ayer, ante la sala del 61 del Tribunal Supremo, que estudia la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), que el grupo de esta organización en la Cámara autonómica ha favorecido las condenas de violencia de ETA al no oponerse a ellas y abstenerse en las votaciones. También reivindicó el trabajo de los nueve diputados que forman parte de EHAK. "Ahora --dijo-- se sabe qué posición van a mantener", a diferencia de lo que pasaba con Batasuna.

Egibar echó un cable a uno de los posibles aliados del Gobierno vasco para sacar adelante la consulta soberanista. El parlamentario aseguró que los miembros de EHAK "participan con absoluta normalidad" en los trabajos de la Cámara vasca. También que su presencia es "permanente", mientras que la de Batasuna fue "discontinua". Asimismo, aseguró que su actitud "no es la de obstruir, sino la de favorecer" acuerdos por "muy escabrosos" que sean los temas como "violencia, amenazas o atentados".

La misma tesis fue defendida por el vicepresidente del Parlamento vasco Rafael Larreina, de Eusko Alkartasuna, y el diputado Oskar Matute, de Ezker Batua, quien explicó ante el Supremo que en la anterior legislatura era imposible alcanzar acuerdos con Batasuna.

Con estas declaraciones termina la vista celebrada en el alto tribunal para practicar la prueba testifical de Acción Nacionalista Vasca y EHAK. Ahora, las partes presentarán sus conclusiones por escrito y los magistrados tomarán una decisión a finales del mes próximo, junto antes de las vacaciones de agosto.