"El Foro Asturias no compite para pactar". Lo dijo el líder del partido, Francisco Álvarez Cascos, en una entrevista el 5 de mayo, dos semanas antes de las elecciones municipales y también autonómicas en esa comunidad, y ayer quedó patente en el Parlamento regional. No hubo sorpresa de última hora.

El exministro del PP fue investido presidente de Asturias en segunda votación y solo con el apoyo de los 16 diputados de su grupo parlamentario. Los 29 representantes que suman el PSOE (15), el PP (10) e IU (4) finalmente se abstuvieron.

Los socialistas ya se habían comprometido a no aspirar a la presidencia si no salían como la primera fuerza tras las últimas elecciones. Y los conservadores dieron un paso atrás el lunes tras tentar a su excompañero de filas --Cascos abandonó el PP en enero tras sentirse "desamparado" por la dirección nacional del partido-- con varias ofertas de pacto que las viejas enemistades y los recelos mutuos impidieron que llegaran a cuajar.

Tras la votación, el nuevo presidente asturiano afirmó que abordará su tarea de gobierno desde "la responsabilidad y la gratitud", y anunció la composición de su Gabinete, formado por nueve consejerías, una menos que el Ejecutivo de su antecesor, Vicente Álvarez Areces, del PSOE. El portavoz del grupo socialista, Fernando Lastra, anunció su intención de liderar una oposición "constructiva, seria y responsable", y deseó suerte a Cascos. Con un respaldo tan exiguo como el que tiene, a buen seguro que la necesitará.