El embajador de Israel en España, Raphael Schutz, ha decidido despedirse del cargo con polémica. En una carta colgada ayer en la web de la Embajada, el diplomático confiesa haber vivido "en carne propia parte del odio y del antisemitismo que existen en la sociedad española". La carta se titula ¡Hasta pronto España! y en ella, asegura haber vivido "épocas poco agradables" durante su estancia en Madrid, adonde llegó en julio del 2007. Schutz cita la operación del Ejército israelí contra Gaza en enero del 2009, que causó unos 1.300 muertos, y el asalto a la flotilla que a finales de mayo del año pasado intentó romper el bloqueo a Gaza, con el resultado de nueve activistas muertos.

Además de estos dos episodios, que provocaron las críticas del Gobierno español y las protestas de colectivos sociales, Schutz lamenta la aversión contra Israel que, según él, ha padecido en sus cuatro años en España." "El hecho de haber vivido en carne propia parte del odio y del antisemitismo que existen en la sociedad española es algo que me llevo conmigo", escribe.

Schutz añade que "a pesar de todo esto", ha tenido "muchos momentos muy positivos, muy cálidos y muy emocionantes".

EL RELEVO Schutz voló el viernes a Tel-Aviv después de haberse despedido en los últimos días del Rey, del Príncipe y de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, según informaron a Efe fuentes de la embajada israelí en Madrid. Su sustituto será Alón Bar, que está previsto que se incorpore el 1 de agosto.

Bar, quien ya estuvo en la embajada en Madrid como número dos en la década de los 90, fue uno de los asesores de la exjefa de la diplomacia israelí Tzipi Livni entre los años 2006 y 2009, durante los que fue director general del departamento de Asuntos Estratégicos.