Primer mitin de Alfredo Pérez Rubalcaba, el aspirante socialista a la Moncloa, después de haber abandonado el Consejo de Ministros y haberse instalado en la sede del PSOE de la madrileña calle de Ferraz. El lugar elegido fue Mérida y el mensaje con el que Rubalcaba trató ayer de insuflar ánimo en sus filas y en su militancia estuvo ligado a la actualidad: la salud del sistema financiero español.

A su juicio, los resultados de los polémicos test de estrés por los que Europa ha hecho pasar a los bancos y cajas del país demuestran que la reestructuración impulsada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "va bien", lo que permite exigirle a la banca que arrime el hombro y ayude poniendo dinero sobre la mesa para poder crear puestos de trabajo.

"Los test demuestran que el proceso de reestructuración bancaria avanza, por lo que hay que decir con toda claridad que, cuando concluya este proceso, les pediremos a los bancos un esfuerzo adicional para crear empleo para los más jóvenes", recalcó. Además, Rubalcaba trató de rebatir las críticas que le han caído desde el Partido Popular por defender esta medida que, según dijo, no es "propia de extraterrestres", sino común en países como Gran Bretaña, Francia, Suecia u Holanda, que ya cuentan con impuestos para la banca.

Ante un millar de personas y acompañado de los expresidentes extremeños Guillermo Fernández Vara y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el candidato del PSOE insistió en que la solución a la crisis tiene que venir desde las instituciones europeas, por un lado, y, de puertas para dentro, de la equilibrada conjugación del sector de la construcción con la apuesta por el I+D+I como modelo productivo.

BURBUJA INMOBILIARIA Y es que Rubalcaba rechazó que la burbuja inmobiliaria vuelva a instalarse en la economía española, aunque advirtió de que no se puede prescindir de la construcción de viviendas de la noche a la mañana. "No podemos pasar del atracón del ladrillo al ayuno del ladrillo", advirtió. En opinión del exministro del Interior, lo razonable será seguir construyendo para "revitalizar" el sector y fomentar la rehabilitación de inmuebles y la investigación y el desarrollo. "No es sustituir el ladrillo por el chip, sino sumar ladrillo y chip", sentenció.

No quiso perder Rubalcaba la oportunidad de hablar también de austeridad y apostó por el modelo de bienestar en una comunidad donde los socialistas acaban de abandonar el poder, gracias a un pacto entre el PP e IU. Rubalcaba hizo hincapié en que hay que valorar la calidad del sistema sanitario español, por ser un buen modelo "y barato", y, a modo de augurio, sacó a colación lo que ha sucedido con la sanidad británica, ejemplar durante mucho tiempo y en crisis por "unos pocos años de thatcherismo", puntualizó.

Rubalcaba reiteró que con la nueva ley de financiación autonómica se les va a dar a las comunidades 8.000 millones para garantizar las prestaciones sanitarias. "Lo que se da para sanidad, se tiene que gastar en sanidad", resaltó, dado que teme que determinados gobiernos autonómicos con problemas en sus cuentas puedan intentar usarla para otros fines.