Ni una sola referencia. En su primera intervención pública tras el procesamiento del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, Mariano Rajoy ni mencionó el asunto; ni permitió que los periodistas que le acompañaban en un multitudinario acto en Santiago de Compostela le preguntaran sobre cómo afronta su partido el hecho de que uno de sus dirigentes más emblemáticos tenga que sentarse en el banquillo por su presunta vinculación con la trama Gürtel. El dirigente popular prometió, eso sí, un Gobierno "con coraje".

Rajoy actuó como si el caso Camps no fuera con él, y ni el grito de uno de los asistentes --"no todos los valencianos somos iguales"-- le hizo reaccionar. Desde el viernes, cuando se hizo pública la apertura del juicio oral contra Camps y varios de sus colaboradores, apenas tres o cuatro dirigentes del partido han expresado en público un apoyo más bien tibio al presidente de Valencia.

Los periodistas intentaron ayer sin éxito abordar al presidente del PP tanto a la llegada como a la salida de la recepción que le ofreció el alcalde de Santiago de Compostela, Gerardo Conde Roa. Rajoy consiguió escabullirse y fue imposible acercarse a él. Sí lo pudieron hacer, y hasta saludarle y besarle, numerosos peregrinos, turistas y vecinos que se encontraban en la plaza del Obradoiro y que, al reconocerle, corearon: "¡presidente, presidente!". Rajoy no tuvo inconveniente en charlar con algunos de ellos. A los periodistas ni siquiera les dio los buenos días.

APOYO A continuación, el líder del PP, acompañado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y Conde Roa, se dirigió dando un paseo hasta el hotel donde se celebró un acto con los alcaldes y candidatos del PP de Galicia en las pasadas elecciones del 22 de mayo.

En su intervención, Mariano Rajoy recibió el apoyo de los dirigentes municipales de los populares gallegos, prometió un Gobierno "serio y con coraje" y reclamó un apoyo suficiente para poder "dar la vuelta" a la difícil situación en la que se encuentra España. Para terminar remató, dirigiéndose a sus concejales: "No bajéis la guardia nunca".

AUSENCIA Otro silencio destacado ayer fue el del responsable de comunicación del PP, el valenciano Esteban González Pons. Si hay un dirigente político que no suele fallar en sus comparecencias públicas los fines de semana, ese es él. Pero, de manera excepcional, decidió esta vez tomarse el fin de semana libre.

Mientras, el número dos del PSOE y portavoz del Gobierno, José Blanco, puso ayer especial énfasis en responsabilizar "más" a Rajoy "que al que se sienta en el banquillo de los acusados" Francisco Camps, porque "es el momento de tomar decisiones". "Que dé explicaciones y no se esconda bajo la gaviota", dijo.