Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto a hacer esta mañana, durante su primera intervención ante los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas desde que fue designado candidato del PSOE, una reivindicación de la política para que esta se reforme y gane en cercanía. De forma similiar a su discurso de proclamación del pasado 9 de julio, pero mucho más centrado en el ámbito parlamentario, el aspirante a la Moncloa ha reclamado, en un momento en el que es enorme la distancia entre los ciudadanos y la clase política (percibida por la sociedad como un problema y no una solución), varias reformas que atañen al trabajo de los representantes. La primera, que la comisión de peticiones, por la cual los ciudadanos elevan sus solicitudes, se convierta en una comisión de participación, aprovechando las nuevas tecnologías. En segundo término, que los representantes puedan plantear sus iniciativas a título individual. Y por último, la "reorganización" del grupo parlamentario para que en las circunscripciones grandes "los diputados y senadores estén mucho más cerca de la gente". La situación del euro Los ejes de su discurso han sido básicamente los mismos que hace 10 días, con una propuesta del sistema electoral para que gane en proporcionalidad y la petición a sus compañeros de partido de que huyan del "juego terrible" del "rifirrafe político". Pero se ha centrado más en la difícil situación por la que pasa el euro. A su modo de ver, la trascendental cita del Eurogrupo prevista para este jueves debe servir para que la UE "corra" en la creación de una agencia de calificación europea y en la puesta en la circulación del eurobono. También ha pedido que los bancos "colaboren" en "el desarrollo y la estabilidad europea".