El abogado Javier Boix, que lleva la defensa de Francisco Camps, presentó ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) un escrito en el que el ya expresidente del Gobierno autónomo rechaza aceptar la pena más alta prevista para el delito de cohecho impropio por el que está procesado en la causa de los trajes del caso Gürtel. La negativa de Camps convierte en papel mojado la admisión de culpabilidad realizada el martes por otros dos de los imputados en la causa de los trajes, el exvicepresidente del Ejecutivo valenciano Víctor Campos y el exjefe de gabinete de la Consejería de Turismo Rafael Betoret, que no podrán evitar sentarse en el banquillo, pues para que exista un acuerdo de conformidad que permita a los imputados eludir el juicio es preciso que todos asuman su culpabilidad.

Según fuentes judiciales, el abogado Boix entregó el miércoles al juez Juan Climent, presidente del tribunal del jurado, un escrito en el que su cliente aceptaba los cargos y los 41.250 euros de multa solicitada por la fiscalía. Faltaba que Camps acudiera en persona al palacio de justicia a firmar el documento, un requisito indispensable para que este tuviera validez. Como es bien sabido, eso no ocurrió.

Respecto al cuarto procesado en este caso, el exsecretario general del Partido Popular valenciano, Ricardo Costa, su defensa aún no ha dado señales de lo que piensa hacer, aunque lo más probable es que tampoco acepte los hechos que se le imputan. Una vez que Ricardo Costa rechace la conformidad, el juez requerirá a los imputados que depositen la fianza fijada en el auto de apertura del juicio oral.

Los cuatro encausados serán juzgados por un tribunal popular en el TSJCV, ya que dos de ellos --Camps y Costa-- son aforados. Si ambos renunciasen a sus actas de diputado, un tribunal de la Audiencia Provincial de Valencia los juzgaría.