La Audiencia Nacional absolvió ayer al exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi de un delito de enaltecimiento del terrorismo por haber participado en el 2005 en un homenaje al etarra José María Sagarduy, Gatza. El tribunal, presidido por Javier Bermúdez, considera que existe una "duda razonable" sobre la finalidad del discurso que el aberzale pronunció en ese acto, en el que comparó al expreso de ETA con Nelson Mandela.

Arnaldo Otegi ya fue condenado a dos años de prisión en marzo del año 2010 por esta misma causa. El Tribunal Supremo anuló esa condena y ordenó, en febrero de este año, que se celebrara una nueva vista con otro tribunal, al apreciar "parcialidad de la presidenta" de la Sala, Ángela Muri.

PREJUCIO DE LA JUEZA En su resolución, el alto tribunal destacó que la jueza "exteriorizaba un prejuicio acerca de la culpabilidad" de Arnaldo Otegi cuando le hizo esta pregunta: "¿Usted condena rotundamente la violencia?". Otegui respondió: "No voy a contestar", a lo que la magistrada apuntó: "Ya sabía yo que no me iba a contestar a esa pregunta". Y Otegi replicó: "Y yo que iba a hacerla". En el nuevo proceso judicial, Otegi aseguró que jamás había llamado a la "acción violenta" en actos públicos.

"FIN DE LA PERSECUCIÓN" La izquierda aberzale mostró ayer su satisfacción por el fallo y exigió el "fin de la persecución política" a la antigua Batasuna, informa Efe. En un comunicado, pidió que acabe "la dinámica represiva y la utilización absolutamente política de la Audiencia Nacional" para "situar el protagonismo en el debate libre y democrático de todos los proyectos". A pesar de la absolución, los aberzales lamentaron que la Audiencia "siga siendo absolutamente instrumentalizada por el PSOE y por el Partido Popular".

Por otra parte, la Audiencia Nacional condenó ayer a 377 años de prisión al exjefe de ETA Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, por 20 delitos de asesinato en grado de tentativa, entre ellos el de la exteniente alcalde de Portugalete (Vizcaya) Esther Cabezudo, en el 2002, y por un delito de estragos terroristas.