Debate interno

El Parlament resuelve que no hay "hechos probados" en la denuncia de una diputada de Junts por acoso

En realidad, que se sepa el resultado de la investigación interna que lleva a cabo el Parlament una vez se produce una denuncia y se activa el protocolo contra el acoso, es una anomalía

Laura Borràs, con Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, a las puertas del Parlament.

Laura Borràs, con Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, a las puertas del Parlament. / FERRAN NADEU

Carlota Camps | Sara González

El Parlament considera que no hay "hechos probados" en la denuncia de acoso que la diputada Junts Cristina Casol puso contra su propio grupo parlamentario ante la Oficina de Igualdad de la Cámara catalana y que, por lo tanto, no se debe tomar "ninguna actuación". Así lo ha comunicado el secretario general del Parlament en la reunión de la mesa celebrada este martes, según han explicado fuentes presentes en la reunión, que evitan dar más detalles del caso por razones de confidencialidad.

En realidad, que se sepa el resultado de la investigación interna que lleva a cabo el Parlament una vez se produce una denuncia y se activa el protocolo contra el acoso, es una anomalía. Se trata de un proceso que garantiza el acompañamiento y anonimato de la presunta afectada, cuyo caso es avaluado por una comisión de expertos externa que concluye si los hechos se han producido o no en los términos denunciados. 

Solo si la conclusión es positiva se comunica a la mesa para que se tomen acciones que permitan la reparación y, en caso contrario, se archiva sin más. Sin embargo, las mismas fuentes de la mesa han explicado que si se ha comunicado que no hay "hechos probados" en el caso de Casol es porque se hizo público -a través de la prensa- que se había activado el protocolo. Se trataba de una denuncia de acoso por razón de género, pero no sexual.

El caso Madaula

La denuncia interpuesta por la diputada Cristina Casol se produjo en noviembre, un poco antes de la que hizo otra diputada de los posconvergentes, Aurora Madaula, que por el momento sigue de baja. Su caso lo publicitó la propia parlamentaria, que también es vicepresidenta de Junts, durante el pleno de mujeres que se celebró coincidiendo con el día contra la violencia machista, el 25 de noviembre. Madaula denunció "acoso parlamentario" y "abuso de poder" y señaló muy directamente a sus "compañeros de partido". 

Este caso no llegó a la Oficina de Igualdad de la Cámara, pero actualmente sigue abierto dentro de la comisión de garantías del partido. Allí se analiza tanto la denuncia de la diputada, como también las quejas de la dirección del grupo parlamentario, y de la mayoría de sus miembros, que consideran falsas las acusaciones. Hasta 22 diputados firmaron una carta en la que se quejaban de las palabras de Madaula y la presidenta del Parlament, Anna Erra, hasta la invitó a dimitir de su cargo de secretaria en la mesa de la Cámara, al considerar que había una pérdida de confianza.

Se da la circunstancia que las dos denunciantes son próximas a Laura Borràs, mientras que la dirección de la formación en el Parlament -liderada por Albert Batet y Mònica Sales- cuenta con el apoyo del secretario general del partido, Jordi Turull. Este mismo fin de semana, Turull aprovechó la celebración del consejo nacional de la formación para mostrar públicamente su posición. "Gracias por el trabajo que hacéis y por cómo lo hacéis", despachó desde El Morell el secretario general, cobrando especial importancia el término "cómo", a pesar de que evitó las referencias explícitas al caso.