Pabellones como el de Alemania ofrecen de manera gratuita la degustación de agua mineral. Un alivio para los sufridos turistas que, entre la oferta de bebidas dentro del recinto, no encuentran nada por menos de un euro y medio. Ese es el precio de los botellines de agua mineral, que los visitantes consideran bastante elevado. Los 2,30 euros que cuesta un refresco embotellado (para tomar de pie) o los 3,00 euros que hay que pagar por una cerveza en el Anfiteatro 43 están muy lejos de ser precios populares para los turistas que, como Piedad Fuertes, pasean durante toda la jornada por la Expo: "Casi dos euros por un agua es demasiado", sentencia.