Sin rival al que enfrentarse, el candidato único Michael Howard, de 62 años, fue elegido ayer nuevo líder del Partido Conservador británico. Howard, un barón de la vieja guardia y uno de los políticos más impopulares de este país, releva a Iain Duncan Smith, que fue destituido fulminantemente la pasada semana.

Duncan Smith había llegado al cargo gracias al voto de los militantes, que no serán consultados en esta ocasión. Howard es un representante del ala derechista de los tories , cuya primera intervención en la Cámara de los Comunes, en 1983, fue para defender la pena de muerte.

El antiguo ministro del Interior apoyó leyes discriminatorias contra homosexuales, y el Tribunal Superior declaró ilegales algunas de sus decisiones, como doblar las penas de cárcel impuestas por los jueces. Este político euroescéptico llegó a amenazar con dimitir del Gobierno de John Major si el Reino Unido adoptaba el euro. "Muy mal debe estar el partido cuando la única esperanza es Howard", dijo hace unos días un partidario del también conservador Michael Portillo.

RENOVADO El viejo político se presenta ahora como un hombre renovado, promete dirigir a los tories desde el centro y contar con representantes de todas las corrientes. "Nuestra tarea es convertirnos en una alternativa de gobierno atractiva y creíble", afirmó ayer tras su nombramiento. Howard, el primer líder judío del partido desde la época victoriana, anunciará este fin de semana la composición de su equipo.