La exsoldado estadounidense Jessica Lynch, famosa tras su rescate como prisionera de guerra en Irak, está molesta porque el Pentágono manipuló los hechos para presentarla como una heroína. En una entrevista a la cadena de televisión ABC, difundida ayer parcialmente, la joven aseguró que no disparó ni un tiro cuando el convoy en el que viajaba cayó en una emboscada.

La entrevista revela que la exsoldado está molesta por cómo el estamento militar ha manipulado su historia. "Me han utilizado como símbolo y eso no está bien", dijo la soldado. La joven indicó que cuando su arma se encasquilló cayó al suelo de rodillas y se puso a rezar. "Y es lo último que recuerdo", subrayó.

En la entrevista, la exsoldado comenta por primera vez las informaciones que apuntaban a que, durante su cautiverio, fue víctima de violaciones. La joven indica que no recuerda nada así, si bien matiza que "sólo pensarlo es demasiado doloroso".