"Estados Unidos todavía echa de menos a nuestro 35º presidente". Con estas palabras honró el actual inquilino republicano de la Casa Blanca, George Bush, la memoria del demócrata John F. Kennedy, de cuyo asesinato en Dallas (Tejas) se cumplieron ayer 40 años, sin que su recuerdo se haya apagado.

Bush pareció trazar un paralelismo con la situación actual al destacar a Kennedy como un líder que impulsó a EEUU "hacia altos fines y la condujo a través de grandes peligros con calma, discernimiento y valor personal". En el cementerio de Arlington de la capital estadounidense, donde reposan los restos de los héroes de EEUU, la tumba de Kennedy fue ayer escenario de una íntima ceremonia familiar.