La oposición al presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, se apoderó ayer del Parlamento y proclamó a uno de sus líderes presidente en funciones de este país. Shevardnadze calificó la toma de la sede del Legislativo de "golpe de Estado" y amenazó con recurrir al Ejército tras decretar el estado de excepción.

Decenas de opositores irrumpieron a empujones en el Parlamento en plena sesión, provocando una huida caótica de los seguidores de Shevardnadze, que estaba inaugurando la legislatura, tras las elecciones celebradas el pasado día 2. El presidente georgiano fue sacado del recinto por sus guardaespaldas, momentos antes de que sus adversarios políticos se hicieran con el control de la sala de sesiones.

SIN RESISTENCIA Paralelamente, más de 50.000 manifestantes exigieron la dimisión de Shevardnadze en las calles de Tiflis. La policía que protege el Parlamento y la residencia del presidente no ofreció resistencia a los opositores, quienes rompieron varios cordones de seguridad.

Los manifestantes, encabezados por el líder del Movimiento Nacional, Mijail Saakashvili, proclamaron a la presidenta del Parlamento saliente y líder destacada de la oposición, Nino Burdzhanadze, presidenta en funciones de Georgia. "Como no sabemos si Shevardnadze está en condiciones de trabajar y si puede cumplir sus funciones, yo, como presidenta del Parlamento, asumo las funciones de jefe de Estado de acuerdo con la Constitución", declaró Burdzhanadze ante la prensa.

COMICIOS EN 45 DIAS La oposición anunció la convocatoria de presidenciales y legislativas en 45 días. "No voy a dimitir, porque el pueblo georgiano no me lo perdonaría", declaró a los periodistas Shevardnadze. Antes de declarar el estado de excepción, el presidente dio un plazo de 48 horas a los opositores para que abandonen el Parlamento y ordenó la movilización de las tropas de los ministerios del Interior y de Defensa. Su portavoz aseguró que el Ejército tomará el control si el Parlamento no aprueba en ese plazo el estado de excepción.

Shevardnadze se refugió anoche en su residencia de Krtsanisi, en las afueras de la capital georgiana, bajo protección de las tropas de Interior y carros blindados. Desde su fortaleza, ordenó desconectar el canal estatal de la televisión.

Al conocer la dura respuesta de Shevardnadze, Saakashvili declaró que la oposición no insistirá en la dimisión del presidente si éste convoca elecciones anticipadas voluntariamente. El líder opositor aseguró que sus seguidores garantizarán la seguridad de Shevardnadze, que podrá presentarse como candidato.

La "revolución pacífica" fue provocada por los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias, publicados el pasado jueves por la Comisión Electoral Central, que dieron la victoria a dos partidos que apoyan a Shevardnadze. El bloque gubernamental Nueva Georgia y su fuerza aliada, el partido Renacimiento, obtuvieron más del 40% de los votos. El principal partido de la oposición, el nacionalista Movimiento Nacional, quedó en tercer lugar con el 18,8%. Al conocer los resultados definitivos, los líderes de la oposición, que habían acusado de fraude a las autoridades, declararon que boicotearían el Legislativo.

Los acontecimientos en Georgia desataron la preocupación de Rusia, que tiene bases militares en este país. El presidente Vladimir Putin envió a Tiflis al ministro de Exteriores, Igor Ivanov. El Departamento de Ivanov acusó a EEUU de instigar a la oposición para derrocar a Shevardnadze, advirtiendo de "graves consecuencias". Pero fuentes militares de Moscú aseguraron que las tropas rusas no participarán en el conflicto.

PREOCUPACION DE EEUU Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, habló ayer con Shevardnadze para expresarle la preocupación de Washington. EEUU lleva invertidos millones de dólares en el oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan, una de las mayores apuestas energéticas de las últimas décadas.