El expresidente de Ucrania, Leonid Kuchma, regresó ayer a Kiev de su viaje privado a la República Checa para declarar ante los fiscales sobre el caso del periodista Georgui Gongadze, bajo la amenaza de ser detenido como posible cerebro del asesinato del reportero en el 2000. El jefe del Servicio de Seguridad ucraniano, Oleksander Turchinov, afirmó que la declaración de Kuchma será vital para llegar a esclarecer la muerte de Gongadze, después de que el exministro de Interior, Yuri Kravchenko, se suicidara el viernes dejando una nota en la que apuntaba al expresidente y a su entorno como responsables de la muerte del reportero.

"El testimonio del expresidente parece extremadamente importante para la resolución del caso", declaró Turchinov al canal ucraniano 1+1 TV. El responsable del Servicio de Seguridad había declarado que sus subordinados detendrán a Kuchma "si hay una orden de la fiscalía".

"NO TENGO CULPA DE NADA" "Queridos, no tengo culpa de nada. He sido víctima de las intrigas políticas del presidente Kuchma y de su entorno", escribió Kravchenko en su nota, según informó el ministro de Interior, Yuri Lutsenko. Turchinov opinó que este documento "aporta bastante a la investigación". "Se refiere a personas concretas que también son sospechosas en el caso Gongadze, y da a la investigación la posibilidad de una nueva dirección".

El exministro de Interior fue encontrado muerto en su casa de campo situada a las afueras de Kiev con dos heridas de bala en la cabeza. La policía halló una pistola en el lugar de los hechos, aunque el viernes pasado también se especuló con la posibilidad de que se tratara de un asesinato. Según la versión oficial, Kravchenko se disparó dos veces porque el primer disparo le produjo sólo una herida superficial. La muerte de Kravchenko se produjo horas antes de prestar testimonio ante los fiscales por la muerte de Gongadze.

Gongadze, que había investigado varios casos de corrupción en el Gobierno de Kuchma, fue secuestrado en Kiev en septiembre del 2000, y su cuerpo decapitado fue encontrado cuatro meses después en un bosque cercano a la capital. Su muerte provocó protestas contra Kuchma. El expresidente ha negado reiteradamente su papel en el asesinato del periodista, cometido, según la fiscalía ucraniana, por agentes del Ministerio de Interior.

Las acusaciones vertidas contra Kuchma se basan en las grabaciones realizadas en el 2000 con un micrófono en el despacho del expresidente por su exguardaespaldas, Mykola Melnichenko. El policía, que negociaba el pasado viernes en Varsovia su posible comparecencia ante los fiscales ucranianos, viajó a Londres para pedir asilo después de la muerte de Kravchenko.