El repliegue de las tropas sirias en el Líbano hacia la frontera común, anunciado el sábado por el presidente sirio, Bashar al Asad, empezará hoy, informó ayer el ministro de Defensa libanés, Abdel Rahim Mrad. Según Mrad, el movimiento de tropas está sólo pendiente de la reunión que celebrarán hoy en Damasco Asad y el presidente libanés, Emile Lahud.

Según el ministro, el repliegue podría completarse en tres días. Jugando con las palabras, Mrad hizo hincapié en que el repliegue se efectúa dentro del marco del acuerdo de Taif que puso fin a la guerra civil libanesa. Según Damasco, con este paso, Siria considera que ha cumplido con la resolución 1559 de la ONU, que exige la retirada de todas las tropas extranjeras del Líbano, el fin de la tutela siria sobre el país vecino y el desarme de las milicias, en referencia a Hizbulá.

Si el repliegue parcial sirio cumple o no la resolución 1559 se ha convertido en la nueva fuente de polémica entre Damasco, por un lado, y Washington y Bruselas por el otro. El acuerdo de Taif indica que las tropas sirias se replegarán en la frontera como un paso previo a una negociación bilateral que debe conducir al fin de la presencia militar siria. Para EEUU, se trata de "una medida a medias", dijo ayer Dan Bartlett, consejero de la Casa Blanca. "La comunidad internacional no va a permitir que Asad siga con medidas a medias", dijo Bartlett, una opinión idéntica a la de Israel. El consejero dijo que Asad no mencionó a sus servicios secretos en el Líbano.

Fuentes estadounidenses apuntaron que George Bush está estudiando sanciones unilaterales contra Siria y discutiendo "nuevos pasos con los aliados europeos", que podrían incluir una nueva resolución de la ONU más dura. Olvidada la fractura transatlántica causada por la guerra de Irak, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana, indicó que la UE espera "una aplicación íntegra de la resolución 1559, lo que implica una retirada total de las fuerzas militares y de los servicios de información extranjeros del Líbano". Por eso, la UE exige a Asad un "calendario" preciso.

En el Líbano, los opositores recibieron con satisfacción lo que algunos periódicos calificaron de "una nueva fase en la historia del país". Aún así, la oposición antisiria no piensa reducir la presión y ha convocado para hoy otra protesta para exigir una retirada total de Siria.

CONVOCATORIA DE NASRALA Apropiarse de la calle también es el camino que los partidos prosirios, encabezados por la milicia shií Hizbulá, han elegido. El líder del llamado partido de Dios , el jeque Hasán Nasrala, convocó ayer "una manifestación masiva y pacífica" para el próximo martes ante la sede de la ONU en Beirut con el objetivo de protestar contra la resolución 1559, a la que calificó de "intervención extranjera" en los asuntos del Líbano.

Nasrala afirmó que la manifestación servirá para "agradecer a Siria los logros en el Líbano" y acusó a la ONU de plegarse a los intereses de EEUU e Israel, "cuyo objetivo es devolver al Líbano al caos, para que algunos libaneses pidan una intervención internacional". El líder de Hizbulá añadió que la milicia no se desarmará porque "las armas son necesarias para defenderse de Israel".