Un año después de la adopción de la llamada ley del velo, que prohíbe en Francia el uso "ostensible de símbolos religiosos" en la escuela pública, la valoración oficiosa es más bien positiva. En este tiempo, sólo se han llevado a cabo 47 expulsiones de alumnas recalcitrantes, mientras que 550 casos han sido resueltos mediante el diálogo. Otras han renunciado a la escolarización y algunas siguen clases en el extranjero. A la espera de que se divulgue un balance exhaustivo y oficial, las organizaciones musulmanas han elaborado un libro blanco en el que afirman que un total de 806 jóvenes han sido "víctimas" de una ley que, en su opinión, provoca "mucho sufrimiento moral".

De hecho, la célebre ley adoptada el 15 de marzo del 2004, que puso en pie de guerra al mundo musulmán y a ciertos sectores de la sociedad francesa, tuvo sobre todo un efecto preventivo, puesto que al comenzar el curso 2004-2005 el número de alumnos que exhibían ostensiblemente símbolos religiosos, y más especialmente el velo islámico, pasó de 1.500 a 639.

El Ministerio de Educación Nacional intentó en un primer momento resolver todas las situaciones a través del diálogo, pero sin concesiones. Al final, sólo se llevaron a cabo 47 expulsiones y se calcula que unas 60 jóvenes optaron por ir al sector privado o recurrir a la enseñanza a distancia.

El secuestro de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot en Irak --que se alargó cuatro meses el año pasado-- y la exigencia de sus secuestradores de que se anulara la ley del velo frenó las protestas masivas de las organizaciones musulmanas radicales.

LIBRO BLANCO Pero ahora la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y la Liga Francesa de la Mujer Musulmana han vuelto a la carga con la publicación de un libro blanco que, bajo el título de El curso 2004: una verdad desvelada , habla de al menos "806 víctimas de la ley".

El libro presenta artículos, análisis y testimonios que relatan "los sufrimientos de las jóvenes que han sufrido las consecuencias nefastas de la aplicación de la ley" y denuncia "numerosos casos" de jóvenes menores de 16 años que han dejado de ir a la escuela por culpa de la ley. Los testimonios recogidos por asociaciones islámicas cifran en 25 el número de estos casos en la región parisina. La cifra llega al centenar entre alumnas mayores de 16 años.

También se indica que otras chicas han sido escolarizadas por sus familias en el extranjero, concretamente en Inglaterra, Bélgica, Alemania, Holanda e incluso en Turquía, donde existen escuelas religiosas que aceptan el uso del velo. El informe indica igualmente que al menos tres alumnas han ingresado en escuelas católicas en Francia, donde se les ha permitido llevar velo, y al menos 26 han aceptado renunciar al derecho a la escolarización para seguir cursos a distancia.

"EN ESTADO LAMENTABLE" Las casi 550 alumnas que han "cedido a las presiones" y han acabado por renunciar a cubrirse la cabeza se encuentran "en un estado psicológico lamentable", dice el documento.

A la espera del balance oficial previsto por el Ministerio de Educación, Sanidad ha decidido extender la medida restrictiva sobre el uso del pañuelo en los hospitales públicos.

Una circular del pasado 2 de febrero firmada por el ministro de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, insiste en la aplicación del principio del laicismo de la República francesa, lo que implica la supresión del velo para el personal y la obligación de los pacientes de dejarse examinar indistintamente por médicos hombres o mujeres.