Surat Ikramov, activista de derechos humanos en Uzbekistán, alertó de que eventuales revoluciones en Asia Central, particularmente en Uzbekistán y Turkmenistán, podrán venir acompañadas de un "baño de sangre". "Llegará un día en que sucederá lo mismo en Uzbekistán, quizás de forma más sangrienta", advirtió.

Kazajistán, otro de los regímenes autoritarios de Asia Central, ordenó el cierre de su frontera con Kirguizistán.