El experto en seguridad italiano Mario Scaramella explicó ayer que avisó al exespía ruso Aleksandr Litvinenko de que ambos corrían peligro en el último encuentro que mantuvieron en Londres. "Recibí correos que me decían que éramos foco de atención especial de gente hostil y que debíamos tener cuidado", dijo Scaramella, que recibió ayer el alta médica en el hospital londinense donde ingresó el pasado viernes. Los médicos explicaron que este había recibido una dosis mucho menor que la que causó la muerte al exespía ruso.