Una ceremonia al aire libre en el centro de Bruselas simbolizó ayer la próxima entrada, el 1 de enero del 2007, de Rumanía y Bulgaria en la UE. Los dirigentes de los dos nuevos miembros recibieron el mapa de sus países hecho en bizcocho y pasta de almendras en un gran pastel con la forma de la UE. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, dio la bienvenida a la "casa común" a los 30 millones de rumanos y búlgaros cuya entrada culmina la ampliación iniciada en mayo del 2004. El presidente de Rumanía, Traian Basescu, destacó los sacrificios que ha tenido que hacer su país para entrar en la UE.