Rupert Murdoch abandonó ayer en un avión privado el Reino Unido, donde llegó el pasado 10 de julio para tratar de apagar el incendio causado el escándalo de las escuchas de News of the World.

Pero es posible que la pesadilla no haya acabado para el magnate ya que en EEUU, el FBI investiga si sus medios de comunicación pincharon los teléfonos de las víctima del 11-S.

Ayer, en un e-mail personal a los empleados de News Corporation, Murdoch dijo que está tomando medidas para que los pinchazos no vuelvan a ocurrir.