De nada sirvieron las apelaciones, ni siquiera las realizadas por una de sus víctimas. El estado de Tejas ejecutó con una inyección letal a última hora del miércoles (madrugada del jueves en España) a Mark Stroman, un hombre de 41 años que en las semanas posteriores a los atentados del 11 de septiembre del 2001 se sumergió en una cruzada "patriótica" y asesinó a dos personas e hirió a otra solo porque pensó que eran "árabes" (aunque los tres eran de India, Pakistán y Bangladés). Su muerte se declaró oficialmente a las 20.53 hora local (las 03.53 de la madrugada en España). Stroman confesó los tres crímenes y fue acusado pero solo fue juzgado y condenado por el asesinato del inmigrante indio Vasudev Patel. Su caso había generado mucha atención en las últimas semanas después de que la víctima que no llegó a matar pero a la que disparó en la cara, Rais Bhuiyan, intensificara la campaña que emprendió para intentar frenar la ejecución. "Matarlo no es la solución. Está aprendiendo de su error y si se le da una oportunidad podrá propagar ese mensaje", había dicho Bhuiyan, que fracasó en su intento de que se conmutara la condena por la de cadena perpetua alegando que tenía derecho como víctima, según la ley de Texas, a verse con su agresor. La justicia desestimó esta petición argumentando que la condena era relativa al asesinato de Patel y no a su caso. Dos horas de retraso La ejecución se retrasó algo más de dos horas sobre el horario previsto mientras el Tribunal de Apelaciones del estado consideraba y acababa desestimando un último recurso de la defensa de Stroman. La pena capital acabó aplicándose y elevó a ocho el número de ejecuciones acometidas en en lo que va de año en Tejas, el estado más activo de Estados Unidos en la aplicación del castigo máximo y donde 472 personas han recibido la pena de muerte desde que se reinstauró en el país en 1976. Otros ocho reos en el corredor de la muerte texano esperan su ejecución en las próximas semanas. Según el relato a Reuters de Michelle Lyons, la portavoz del Departamento de Justicia Criminal de Tejas, Stroman, de 41 años y con cuatro hijos, ya tumbado en la camilla de la prisión de Hunstville afirmó: "El señor Jesucristo esté conmigo. Estoy en paz. El odio recorre este mundo y tiene que parar. Un segundo de odio provocará una vida de dolor. Sigo siendo un americano orgulloso. Dios bendiga América. Dios bendiga a todos". Según Associated Press, tras esas palabras se giró hacia el guardia que le iba a inyectar los tres químicos letales y le dijo: "Hagamos esta maldita cosa".