La policía noruega vinculó anoche al presunto agresor del campamento juvenil cercano a Oslo con el atentado con coche bomba ocurrido dos horas antes en el complejo gubernamental de la capital escandinava. Según la televisión pública noruega NRK, el agresor del campamento, que fue detenido, es un hombre de aspecto nórdico, que iba vestido con uniforme de policía y armado con un fusil automático.

Los medios noruegos no descartan incluso que se trate de la misma persona. La policía dijo haber recibido testimonios de varias personas que explicaban que minutos antes de la explosión vieron a un hombre vestido de policía que aparcaba un coche de grandes dimensiones en el lugar. Entre los dos atentados transcurrieron casi dos horas, cuando entre los dos lugares en coche se tarda 45 minutos.

ALTO Y RUBIO La policía describió al atacante de la isla de Utoya como un hombre alto y rubio. "Había muchos disparos; nos escondimos bajo la cama; era aterrador", explicó Amélie, una joven de 19 años, a la cadena de televisión británica Sky News. "He visto a la gente correr y gritar, y algunos tiros han alcanzado el edificio donde yo estaba", continuó. "Era como si fuera irreal. Es algo inhabitual en Noruega. Son cosas que hemos oído hablar que pasan en Estados Unidos", afirmó la joven.

El doble atentado sumió a Noruega en un estado de choque. El país escandinavo se encuentra al margen de la violencia política local, y participa activamente en la mediación de conflictos, como lo ha hecho en Oriente Próximo y Sri Lanka. La Academia Noruega entrega anualmente el premio Nobel de la Paz.

En declaraciones a la televisión noruega, el primer ministro Jens Stoltenberg afirmó: "Todavía es muy pronto para saber quién está detrás de estos atentados. La respuesta a la violencia es más democracia, todavía más humanidad, pero no debemos caer en la ingenuidad", añadió.

Según declaró Stoltenberg, el objetivo del doble ataque era "aterrorizar a la población". "Esto es un ataque terrorista; es el acontecimiento más violento que ha sufrido el país desde la segunda guerra mundial", declaró Geir Bekkevold, un diputado opositor del partido Popular Cristiano, que no quiso ofrecer más detalles.