Arrecia el debate sobre la dilación de las fuerzas de seguridad noruegas en llegar a la isla de Utoya. Varias circunstancias contribuyeron a que el asesino dispusiera de casi una hora para perpetrar su matanza.

Por una parte, el barco que debía trasladar a la policía a la isla era demasiado pequeño y, además, sufrió una avería en el motor. A este hecho se une la decisión de que la unidad Delta, el equivalente a los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) españoles, recorrieran por tierra los 38 kilómetros que separan Oslo del punto más cercano a la isla, en lugar de optar por el helicóptero.

Así lo reconoció ayer el jefe de la policía del condado de Buskerud, Erik Berga: "Cuando embarcaron las personas y todo el material, el barco empezó a hundirse y el motor se paró". "El barco era pequeño e iba muy lentamente", añadió el mando policial.

La jefa de policía de la localidad noruega de Hoenefoss, Sissel Hammer, declaró que puede llegar a entender las críticas referentes a la tardanza en llegar al lugar del suceso de la policía, pero insistió en que se movilizaron lo más rápido posible. "Pido que se entienda que movilizar a las fuerzas especiales requiere su tiempo", puntualizó.