Se trataba de un acto de "guerra de sangre" contra la élite europea "multiculturalista", una suerte de venganza, planeada con frialdad durante largos años contra los "responsables de la islamización del Viejo Continente", culpables de "actos de traición" y "genocidio" a las esencias culturales de Europa.

Como muchos asesinos en serie, Anders Behring Breivik, de 32 años, autor de la matanza del pasado viernes en la isla de Utoya y de la explosión en el centro de Oslo, quiso dejar constancia de las razones que le empujaron a cometer la peor atrocidad sufrida por Noruega en tiempos de paz, y lo hizo en un manifesto de 1.500 páginas publicado en internet, que tituló 2083: Una Declaración Europea de Independencia, y un vídeo de 12 minutos que colgó en YouTube.

De los extractos del documento dados a conocer ayer se deduce que el responsable de la masacre era un hombre de ideas neonazis, profundamente perturbado e influido por los movimientos ultranacionalistas serbios que, ante todo, buscaba forzar un cambio en la sociedad mediante una "guerra de sangre". Su abogado defensor, Geir Lippestadt, dijo a los medios noruegos que su cliente reconocía la matanza, que él mismo tachó de "cruel" pero "necesaria".

MOTIVO RELIGIOSO Unos atentados que en las primeras horas fueron atribuidos, de forma vaga y sin demasiadas evidencias, al extremismo islamista han acabado siendo obra precisamente de quienes, sobre el papel, se declaran enemigos acérrimos de la religión islámica y de su presencia en las sociedades occidentales.

El Partido Laborista Noruego, con sus políticas favorables a la integración entre culturas y que goza del apoyo electoral de los noruegos de origen inmigrante en época de elecciones, además de un campamento regentado por esta formación política y frecuentado por jóvenes tanto de origen escandinavo como extranjero, fueron los objetivos escogidos para llevar a cabo unos actos de terror que, según augura su presunto autor, serán seguido de muchos otros.

"Los musulmanes que no se hayan integrado sobre el 2020 serán deportados en cuanto nos hagamos con el poder", advierte el texto del múltiple homicida. Al hablar en primera persona del plural, Breivik concretamente se refiere a una supuesta organización formada en Londres en 2002 y denominada Los Nuevos Caballeros Templarios. El grupo está inspirado en la orden medieval homónima que protegió a los