El mundo mediático francés está preso de la nueva denuncia contra Dominique Strauss-Khan por un presunto intento de violación en el 2003. La denunciante es la periodista y escritora Tristane Banon y diariamente se publican en la prensa nuevos detalles de una trama que revela las relaciones en el endogámico círculo parisino, que sacude a los periódicos de derechas e izquierdas y es una radiografía de los equilibrios de poder en torno al expresidente del Fondo Monetario Internacional. Como la Comedia Humana de Balzac, pero en tiempos modernos.

Por la sede de la Brigada de Represión de la Delincuencia a las Personas de París han pasado ya a declarar Banon, su madre, Anne Mansouret; la segunda esposa de Strauss-Khan, Brigitte Guillemette; la hija que vive en Nueva York, Camille, y el exprimer secretario del Partido Socialista francés y candidato a las primarias para las presidenciales, François Hollande, entre otros. Banon, de 32 años, ha estado más de ocho pensando si presentaba esta denuncia.

En la única entrevista concedida al semanario L´Express, la escritora explica con detalles que Strauss-Khan la invitó a un apartamento cerca de la Asamblea Nacional para una segunda entrevista para su libro y que allí la intentó violar. La descripción del apartamento, en el barrio de Monparnasse, es como la de un meublé y la escena se termina cuando debe huir a la media hora con el sostén y los pantalones desabrochados. Luego, Strauss-Khan le habría enviado el SMS "¿Te he dado miedo?".

La historia es compleja porque la madrina de Banon es Brigitte Guillemette, la segunda mujer de Strauss-Khan hasta finales de los años 80. Y la madre, Anne Mansouret, ha declarado a la policía que mantuvo una relación sexual con Strauss-Khan cuando este era consejero de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con sede en París, en el 2000. Según una filtración, su exmarido le habría dicho a Guillemette: "No sé que me pasó. Me he acostado con la madre y se me cruzaron los cables cuando vi a la hija". Guillemette ya ha denunciado por difamación a Mansouret y respondió a los agentes que esta le habría confesado: "Lo que ha pasado no es grave... De todas maneras, soy la amante de Strauss-Khan".

El intento de violación prescribe a los 10 años en Francia. Pero si la fiscalía considera que solo es una agresión sexual ya habría prescrito. Junto a los testimonios, las únicas pruebas serían los SMS de Strauss-Khan. Pero Banon habría confesado a la policía que los borró.