Jens Breivik, padre del autor confeso de los atentados de Oslo, se mostró ayer consternado por la tragedia causada por su hijo y afirmó: "Debería haberse suicidado antes de matar a tantas personas", dijo a la cadena de televisión noruega TV2. Breivik, que reside en Cournanel, en el sur de Francia, confirmó que desconocía las actividades de su hijo, ya que no tenía ningún contacto con él desde hace más de 15 años.

La gendarmería francesa registró ayer la casa de Jens Breivik, exdiplomático divorciado de su primera mujer poco tiempo después de nacer Anders. Cerca de una docena de agentes entraron en la vivienda que comparte con su actual esposa, Wanda, aunque no trascendieron más detalles del registro. La casa fue rodeada y acordonada la noche anterior por motivos de seguridad.