El Reino Unido está revisando la seguridad en el país, después de los ataques ocurridos en Noruega. El Consejo de Seguridad Nacional británico, compuesto por varios ministros y altos responsables de las fuerzas armadas y de los servicios de inteligencia, se reunió ayer para examinar la situación.

Un grupo de extrema derecha británico, la English Defence League (EDL), ha desmentido cualquier vinculación con el noruego Anders Behring Breivik, autor del doble atentado perpetrado en Oslo y en la isla de Utoya.

El Reino Unido ha enviado a un oficial de Scotland Yard a Oslo para trabajar con los investigadores noruegos, después de que Breivik indicara en su manifiesto ser miembro de una sociedad secreta internacional creada en Londres en el 2002 con el objetivo de luchar en una cruzada contra los musulmanes.

El premier británico, David Cameron, negó ayer cualquier tipo de complacencia con los grupos de extrema derecha. También indicó que hay que estar más alerta para detectar acciones sospechosas. "Después de un acontecimiento tan dramático, el Gobierno británico debe revisar la seguridad nacional. Es lo que el Consejo ha comenzado a hacer esta mañana", afirmó Cameron, durante la conferencia de prensa conjunta con José Luis Rodríguez Zapatero.

DOLOR Y FURIA La masacre en Noruega centró buena parte del encuentro entre los dos mandatarios en Downing Street. "Todo el mundo en el Reino Unido comparte el dolor y la furia por la despreciable matanza del viernes. El Reino Unido y España han sido víctimas de terribles actos terroristas en el pasado y ofreceremos todo el apoyo que podamos a Noruega en los próximos días", señaló Cameron.

El presidente español pidió una respuesta de la Unión Europea (UE) para contratacar a la extrema derecha. Lo ocurrido en Noruega, dijo, "no es un hecho más". "Es algo extremadamente grave que requiere una respuesta común para defender la libertad, la democracia, pidiendo a la gente que se movilice para combatir el extremismo y reaccionar frente a la xenofobia", afirmó.

CONDENA En su largo manifiesto de 1.500 páginas, Anders Breivick aseguraba estar vinculado al EDL, pero el grupúsculo, en un comunicado colgado en su página web, negó tener ninguna relación con él y condenó el doble atentado. La English Defence League se opone a lo que ellos consideran la expansión del islam en suelo británico. El número de sus simpatizantes es difícil de establecer. Ciertos cálculos los cifran entre 1.000 y 1.500. Suelen protagonizar desórdenes públicos y violentas manifestaciones callejeras, en las que es difícil distinguir el gamberrismo y las consecuencias del alcohol de las motivaciones políticas.