Nafissatou Diallo no era ayer la mujer que, con abrumadora fuerza, había roto dos meses de privacidad el lunes ante las cámaras de la cadena ABC, reviviendo con gestos el encuentro con el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, al que acusa de haberla violado. En el Centro Cultural Cristiano, un moderno megacomplejo religioso en las desvencijadas entrañas de Brooklyn, apareció trajeada y con sus abogados y una cohorte de líderes comunitarios una mujer aparentemente nerviosa ante la multitud de periodistas.

"He pasado por mucho, mi hija y yo estamos pasando por mucho, lloramos cada día", decía con un hilo de voz que casi no alcanzaba el micrófono.

Evitar nuevos casos

"Estoy aquí porque me han llamado muchas cosas, se han dicho cosas muy malas de mí, y por eso tenía que estar aquí. Mi hija me hizo prometerle que dejaría de llorar, me dijo que hablan porque no me conocen. Le prometí que sería fuerte por ella y por todas las otras mujeres del mundo ... Lo que me pasó no quiero que le pase a ninguna otra mujer", relató.

Tras sus breves palabras, empezaron a hablar otros. El reverendo A. R. Bernard alabó a Diallo porque "ha roto el molde de las víctimas de violación". La profesora Lisa Jenkins mencionó a las clases oprimidas y defendió que "cuando te ponen contra la pared y tienes miedo y quieres lanzar un grito de ayuda haces lo posible y necesario para que el mundo entero escuche tu voz. Seguiremos aquí hasta que se haga justicia".

"Que se sepa la verdad"

Nadie sabe qué consecuencias puede tener la campaña mediática orquestada por Kenneth Thompson, el abogado de Nafissatou Diallo, pero el letrado insiste en que "el objetivo final es que se sepa la verdad". Habló orgulloso de la reunión de ocho horas que mantuvieron el miércoles él y su cliente con la fiscalía, donde un traductor desmontó el extendido mito de que ella dijo en una conversación con un preso: "No te preocupes, tiene mucho dinero, sé lo que hago".

Thompson defendió las apariciones públicas de la mujer. "No tiene que esperar a decir la verdad ante un jurado". Por si acaso, y por si el proceso penal no prospera, está preparando una demanda civil. ¿Para cuando? "Pronto".