Hay que borrar de nuestro lenguaje la palabra exclusión". Ollanta Humala asumió ayer la presidencia peruana con la promesa de terminar con "el rostro lacerante" de la injusticia social, aunque dijo las reformas serán graduales y que mantendrá la matriz del modelo económico que permitió al país alcanzar un ritmo sostenido de crecimiento en la última década. Por lo pronto, el jefe de Estado anunció un aumento del salario mínimo de 38 euros, que será otorgado en dos partes, en agosto y marzo.

En su toma de posesión, el exmilitar de orientación nacionalista consideró que era "urgente corregir el rumbo" de un Perú que está "fracturado" y cuyo Gobierno "ha sido insensible", hasta el punto de haberle dado la espalda al interior del país. El mandatario expresó su confianza en que los "beneficios extraordinarios" de las multinacionales mineras contribuirán a la lucha contra la pobreza. El Gobierno se propone aumentar los tributos a esas empresas. Humala confió en que la negociación con el sector minero será exitosa.

Humala ganó las elecciones en una reñida vuelta con Keiko Fujimori gracias a su alianza con el centroderecha, en especial con el partido del exmandatario Alejandro Toledo. Gracias a esos pactos ha formado un Gobierno en el que ha cedido a sus aliados la gestión de los asuntos econó-micos, mientras que Gana Perú, su propia coalición, controlará las cuestiones sociales y la gestión de la política exterior.

El presidente entrante exhortó a la nación a elaborar "un nuevo contrato social" sobre la base del diálogo. Para aventar temores y críticas que arreciaron en vísperas de la toma de posesión, garantizó que en los cinco años de Gobierno será un "guardián de la libertad de expresión".

MODELO DE ESTADO "No queremos copiar ningún modelo", subrayó el flamante jefe del Estado, quien en el año 2006 tenía una abierta simpatía por el venezolano Hugo Chávez y que, en la última campaña, expresó su admiración por el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Ollanta Humala habló de llevar adelante un "modelo peruano de crecimiento con estabilidad e inclusión social" que mantendrá las recomendaciones fiscales de control del gasto, pero, a la vez, promoverá una activa participación del Estado sin "intervencionismo".

"Sueño con un Perú donde la vida no sea un riesgo", dijo sobre los problemas de seguridad. El presidente, que como oficial combatió a Sendero Luminoso, instó a "poner fin a la violencia terrorista".