El asesino confeso que perpetró la matanza de Noruega, Anders Behring Breivik, planeó atentar también contra el Palacio Real de Oslo y contra la sede del Partido Laborista que lidera el primer ministro, Jens Stoltenberg, según informó ayer el diario VG, citando fuentes policiales. Según el rotativo, finalmente Breivik desestimó tomar como objetivos la residencia oficial de los reyes Harald y Sonia y la sede del partido en el poder por considerarlos inviables.

Según esta información, Breivik explicó estos planes a la policía en el interrogatorio del viernes, en el que dio detalles de sus propósitos. En una rueda de prensa, el fiscal de la policía, Paal Fredrik Hjort Kraby, afirmó que Breivik tenía "otros blancos" pero no confirmó que fueran los citados. El líder ultraderechista francés, Jean Marie Le Pen, ahora presidente de honor del Frente Nacional (FN), juzgó ayer que la "ingenuidad" del Gobierno noruego "es más grave" que el doble atentado, al que calificó de "accidente".