El escándalo de las escuchas del News of the World saltó de nuevo ayer a un primer plano al conocerse las explosivas alegaciones de que la dirección del tabloide "discutía ampliamente a diario" las prácticas ilegales que utilizaban sus periodistas. El comité parlamentario que investiga el caso publicó ayer varios documentos, entre ellos una carta de Clive Goodman, el primer periodista condenado a prisión por el caso en el 2007, que contradice los testimonios que han dado a este comité varios directivos, por lo que "se plantea" llamarlos a declarar de nuevo, entre ellos a James Murdoch, hijo del magnate Rupert Murdoch.

Goodman era el máximo responsable de la información de la Casa Real del News of the World cuando saltó el escándalo por primera vez en lo que entonces se consideró un caso aislado y no una práctica común de la redacción. Poco después de ser puesto en libertad tras cumplir cuatro meses en prisión, Goodman escribió una carta al director de recursos humanos de News International, el grupo propietario del ya difunto tabloide.

El motivo de la misiva era apelar contra su despido, una decisión que tomó el entonces presidente de la compañía, Les Hilton. Clive Goodman tacha su despido de "perverso" porque las acciones que llevaron a su condena "eran conocidas y apoyadas por..." --la versión de la carta que publicaron los parlamentarios, presentada por News of the World, censura algunos nombres y fragmentos--.

Clive Goodman afirma que las prácticas "eran ampliamente discutidas en la reunión diaria" del periódico "hasta que su director", Andy Coulson, "prohibió su referencia explícita". Coulson dimitió cuando Goodman fue condenado, pero negó siempre estar al corriente y acabó trabajando como asesor de comunicación del primer ministro, David Cameron. Dimitió en enero.

UNA INDEMNIZACIÓN MAYOR Goodman mantiene en la carta que el director le prometió que conservaría su empleo "si no implicaba" en el juicio "al periódico o a nadie más de la redacción", y así lo hizo. Pero, además, en documentos separados presentados por James Murdoch se revela que Goodman recibió, como compensación por su despido una cifra mucho mayor de los cerca de 69.000 euros que previamente había reconocido.

Clive Goodman se llevó en total 285.500 euros, aunque casi 15.000 euros eran para cubrir sus costes legales. Este mismo documento revela que también se pagaron 285.500 euros para costear la defensa de Glen Mulcaire, el detective privado que realizó las escuchas.

El hecho de que la carta de Goodman no se haya conocido hasta ahora y que fue escrita por una persona que había sido despedida despertó interrogantes, pero su credibilidad no se cuestiona. News International en un comunicado dijo que "reconocía la seriedad" del material.