Las milicias prorrusas de Slaviansk, bastión de la sublevación contra Kiev en el este de Ucrania, han liberado a los seis inspectores militares europeos y al intérprete secuestrados desde el pasado 25 de abril, según lo ha anunciado Vladímir Lukin, enviado especial del presidente ruso, Vladímir Putin, junto al edificio del Ayuntamiento en Slaviansk, han informado medios locales.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha confirmado la noticia. "Los observadores militares han sido liberados, pero no vamos a hacer ningún comentario más hasta que lleguen a un lugar seguro", ha declarado la portavoz de la OSCE Natacha Rajakovic.

"Esto ha sido un acto voluntario y humanitario. Estamos muy agradecidos al jefe de la ciudad", ha dicho Lukín, en alusión al autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov. Lukín ha expresado su esperanza de que sea el primer paso para la pacificación de la situación en la zona.

"Nos gustaría que esto fuera seguido por otros actos humanitarios, en particular, el cese de los enfrentamientos y que las partes se sienten en la mesa de negociaciones", ha destacado. Poco antes, Ponomariov había adelantado que pondría en libertad a los inspectores retenidos en Slaviansk, localidad contra la que Kiev lanzó en la madrugada del viernes una operación antiterrorista. "Los voy a liberar. Son mis invitados y no quiero que resulten heridos", había dicho.

Acusados de espionaje

Los insurgentes prorrusos acusaban a los inspectores (tres alemanes, un polaco, un danés y un checo, además de un intérprete alemán) de espiar para la OTAN. Esta semana, Putin ha criticado a los inspectores militares por no coordinar su llegada a la región minera de Donetsk con los insurgentes prorrusos, que controlan varios edificios gubernamentales.

Hasta hoy los insurgentes solo habían puesto en libertad a uno de los inspectores, el sueco Thomas Johansson, por motivos de salud y por el hecho de que su país no es miembro de la OTAN. Occidente había instado a Rusia a ejercer su influencia sobre las milicias prorrusas para que liberen a los secuestrados, a lo que Moscú ha respondido que su ascendencia sobre los insurgentes es mucho menor de lo que se cree.

Los inspectores no pertenecen a la OSCE, pero viajaron a Ucrania bajo el amparo de esa organización, que es la encargada de supervisar la aplicación de los Acuerdos de Ginebra. Según las autoridades, los milicianos prorrusos mantienen secuestrados en Slaviansk a varios militares ucranianos y a varios periodistas.