Cuando se analiza el legado del presidente saliente, los historiadores solo parecen coincidir de forma unánime en un punto: Barack Obama siempre será recordado como el primer presidente negro, el hombre que rompió la barrera legada por siglos de esclavitud y segregación. Pero el resto del párrafo dedicado a su mandato dependerá de cómo maduren sus ideas en las próximas dos décadas, afirma el historiador Timothy Naftali, quien fuera el primer director de la Biblioteca Presidencial de Nixon. «Una de las cosas que quedará es que introdujo el principio de que todos los estadounidenses merecen una sanidad asequible. Es Obama quien impuso esa idea en la psique del país», dice en una entrevista.

Naftali resalta también las políticas medioambientales de Obama o su recurso al poder blando para restablecer la reputación de EEUU en el mundo tras el deterioro que sufrió durante la presidencia de Bush hijo como parte de su legado. «El hecho de que fuera poco nacionalista contribuyó además a su popularidad en lugares como Europa», afirma.

A diferencia de otros muchos dirigentes que completaron dos mandatos, Obama evitó además los escándalos que han perseguido a muchos en los últimos años de su presidencia, como fueron los casos de Reagan o Clinton. «Ha fijado unos estándares éticos y cívicos muy altos», dice Naftali. Es pronto para saber si la suya ha sido una presidencia transformadora, añade.