Tormenta 'Daniel'

Al menos dos muertos en Grecia y cinco en Turquía por el temporal de lluvias

Las autoridades afirman que se trata del fenómeno meteorológico más extremo nunca registrado en el país heleno

Inundaciones en Volos, Grecia.

Inundaciones en Volos, Grecia. / Reuters

EP / EFE

La tormenta 'Daniel' que azota este miércoles a Grecia por segundo día es ya el fenómeno meteorológico más extremo nunca registrado, con niveles de precipitaciones nunca vistos, y ha causado la muerte de dos personas, mientras que otra sigue desaparecida.

Tras la ola de calor que contribuyó hasta hace pocos días al peor verano en cuanto a incendios forestales desde 2007, el centro del país enfrenta ahora el efecto de las lluvias torrenciales, que el martes dejaron en el pueblo de Zagorá, en la región de Magnesia, un récord de 75,4 litros por metro cuadrado en 24 horas, casi el doble del anterior máximo, registrado en 2009.

Los bomberos han tenido que rescatar, incluso con balsas, a decenas de personas atrapadas en Volos, una ciudad de 150.000 habitantes y capital de la región de Magnesia, que este miércoles se encuentra completamente inundada. La mayor parte de la urbe se encuentra sin electricidad ni suministro de agua, mientras que los daños en la red de carreteras de toda la región son extensos.

Las autoridades recuperaron este miércoles el cuerpo sin vida de una mujer que se encontraba en un arroyo inundado de la región. Un ganadero perdió la vida cuando fue aplastado por un muro que se derrumbó por un deslizamiento. Otro hombre, de 42 años, se encuentra desaparecido desde el martes, cuando el coche en el que viajaba fue arrastrado por un arroyo en la localidad de Ayios Georgios.

Los meteorólogos hablan del fenómeno más extremo que ha vivido el país desde que hay registros respecto a la cantidad de lluvia que ha caído.

Actualmente, la tormenta está azotando las regiones de Trikala, Karditsa, y Ftiótide en Grecia central, donde las autoridades han decidido evacuar preventivamente varias localidades. Los daños en la red de carreteras, en viviendas y locales son extensos tanto en estas zonas, como en las islas Esporadas, en la isla de Eubea, y en toda la costa de Tesalia (centro).

Este temporal llega después de un fatídico verano que vivió Grecia, con varias oleadas de calor tórrido y decenas de incendios que quemaron más de 150.000 hectáreas, cerca del 1,2% del territorio heleno, y dejaron 25 muertos. El pasado lunes los bomberos pudieron contener un enorme incendio en la región de Evros, en el noreste del país, después de 17 días luchando contra las llamas.

Según el Observatorio Nacional de Atenas, las fuertes lluvias persistirán este miércoles y continuarán hasta el jueves en el centro y el sur del país.

Cinco muertos en Turquía

Por su parte, al menos cinco personas han muerto ya en Turquía, y otras tres siguen desaparecidas, debido a las riadas que afectan a distintas partes del país, especialmente a la zona fronteriza con Bulgaria.

En Kirklareli, en el extremo noroeste de Turquía, se ha localizado un tercer cadáver, tras los dos encontrados el martes , de un grupo de doce personas que quedó atrapado en un hotel y fueron arrastrados por la riada. Seis personas fueron rescatadas y otras tres siguen desaparecidas. La riada arrastró varios bungalós y los seis supervivientes pudieron ser rescatados con la ayuda de barcos y de maquinaria pesada, informó la televisión turca NTV.

El valle de Sisli se halla a una decena de kilómetros al sur de la frontera búlgara y a menos de veinte del municipio de Tsarevo en Bulgaria, donde también fallecieron al menos dos personas, al ser arrastrado su coche por una riada.

También en Bulgaria continúa la búsqueda de varios desaparecidos.

Además, dos personas han muerto en Estambul, a unos 220 kilómetros al norte, debido a las fuertes lluvias que han dejado miles de casas inundadas. Varias estaciones de metro han quedado anegadas y un hospital se ha visto también muy afectado. El gobernador de Estambul, Davut Gul, ha indicado que en las últimas horas han caído tanta agua como lo que suele llover en dos o tres meses.