La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) continúa con el intenso trabajo de recuperación de los Ojos del Pontil. El humedal, ubicado en Rueda de Jalón, tiene un incalculable valor ecológico y es en palabras de Alfonso Calvo, jefe de servicio de Estudios Medioambientales de la CHE, "una de las grandes maravillas de Aragón", un espacio único en nuestra Comunidad Autónoma.

"No conozco en toda la cuenca del Ebro otro sitio donde el agua mane a tanta presión como en los Ojos del Pontil", indica Calvo. El agua emerge proveniente del Somontano del Moncayo a 22,4°, temperatura que se mantiene constante durante todo el año, con un caudal de 400 litros por segundo.

Las labores de recuperación en este humedal comenzaron en 2002, con pequeñas actuaciones, y en el periodo 2006-2010 se han invertido 215.000 euros en recuperar los Ojos, "con diferentes fases consensuadas con la Comunidad de Regantes de Rueda de Jalón y la Asociación de Amigos de los Ojos del Pontil", explica Calvo.

En esta tarea de recuperación se ha limpiado la zona de la acumulación de carrizo, juncos, aneas-, que había colonizado el humedal, y se ha procedido a la creación de senderos, con las correspondientes pasarelas de madera, para permitir las visitas turísticas.

Como indica Alfonso Calvo, los Ojos del Pontil "eran hace bien poco un espacio deteriorado que ahora permite una visita magnífica". Paneles informativos de la flora y la fauna del humedal y un centro de interpretación de la naturaleza con panales y maquetas ilustrativas son elementos que facilitan a los visitantes la comprensión de este espacio único en Aragón. A la par se está restaurando también un lavadero, con lo que se consigue recuperar parte del patrimonio cultural de Rueda de Jalón.

Calvo alude a la "doble recuperación" efectuada en los Ojos del Pontil. "Una de carácter ecológico, que afecta a la biodiversidad del humedal, y otra de recuperación recreativa, cultural y social". La Comunidad de Regantes de Rueda de Jalón ha construido asimismo una alberca que asegura la permanencia de una lámina de agua en un espacio de media hectárea. La alberca cumple la función de barrera natural para los Ojos al almacenar el agua que procede de las acequias, rica en nitratos.

Estudiantes, amantes de la naturaleza y curiosos tienen ahora la oportunidad de descubrir un espacio único gracias a la recuperación impulsada por la Confederación Hidrográfica del Ebro en colaboración con el Ayuntamiento de Rueda.