La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), presidida por el popular Luis María Beamonte, celebró el 2 de julio la tradicional cena en honor a su patrona, Santa Isabel de Portugal, bajo el signo de la austeridad. Por primera vez en muchos años no se entregaron los premios Municipia, que fueron concebidos para recompensar las mejores iniciativas llevadas a cabo en los pueblos a lo largo del año anterior.

RENOVACIÓN

Pero, por lo demás, el evento transcurrió en un ambiente distendido y muy animado, pues no en vano la nueva corporación provincial es un organismo totalmente renovado. Las elecciones del 22 de mayo han supuesto la entrada de un gran número de alcaldes que a menudo se estrenan en el cargo.

De hecho, una tercera parte de los comensales, entre los que figuraban también algunos concejales y todos los miembros de la institución provincial, eran personas que antes no ostentaban cargos municipales.

En total, acudieron al acto, que tuvo lugar en la plaza de toros, unas 500 personas, según indicaron fuentes de la DPZ.