Fréscano se volcó el último fin de semana de junio con las fiestas de verano, unos festejos dedicados a la juventud y que, como explica el alcalde, José María Cuartero, "se crearon con el fin de tener unas fiestas con el buen tiempo ya que nuestros patrones, la Virgen del Pilar y San Antón, se celebran en octubre y enero". Cuartero señala que las fiestas de verano "se viven en la calle" y "cada año atraen a más público", apunta. Además, "son unas fiestas marcadas por el buen ambiente y la alta participación".

Los festejos comenzaron el viernes con el toro de ronda y la discomóvil. El sábado hubo un almuerzo popular e hinchables para los más pequeños. Por la tarde, hubo vaquillas y la velada se alargó hasta altas horas de la madrugada con una nueva sesión de discomóvil.

El domingo, la lluvia obligó a suspender el parque acuático aunque no la sesión de vaquillas. Como asegura José María Cuartero, "las vaquillas fueron, una vez más, lo que más gustaron, además, eran de la ganadería El Ruiseñor de Fréscano".

En cuanto a la valoración de las fiestas por parte del máximo responsable municipal, cree que "han sido muy positivas y hay que destacar el buen ambiente y que no hubo incidentes".