La gran riada del río Huerva, consecuencia de las fuertes tormentas acaecidas, y que tuvieron lugar el pasado día 7 de mayo, dejó la ribera del río en un estado lamentable, ocasionando innumerables y sobre considerables daños y destrozos en todas las infraestructuras.

Así, tras esas primeras jornadas, en un primer momento se llevaron a cabo actuaciones puntuales de limpieza y recuperación de las zonas dañadas en los lugares más problemáticos, como fueron la pasarela del camino al Mandero que quedó totalmente cubierta de maleza, tras el paso del agua.

De hecho, la mayoría de los huertos particulares ya fueron acondicionados a lo largo del pasado verano y ahora, en este mes, llega el momento de las actuaciones de mayor envergadura.

La reparación de las acequias principales y del resto de las infraestructuras de regadío, que son competencia del Sindicato de Riegos de Villanueva de Huerva, están siendo realizadas por el Gobierno de Aragón por mediación de la empresa pública Sirasa.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y una vez finalizadas las obras en el vecino municipio de Tosos, ha comenzado su trabajo en el paraje denominado de Los Calderones donde tiene lugar la captación de aguas para el suministro de agua de boca para el pueblo.

El proyecto de obras incluye el acondicionamiento de los pasos y accesos, así como la limpieza, las canalizaciones de tramos y la reparación de algunos muros que fueron derribados durante la riada por la poderosa fuerza del agua. La empresa Romea, ubicada en la comarca, ha sido contratada por ambas instituciones para llevar a cabo los citados trabajos.

En el mes de mayo se desató un tromba de agua que originó una importante crecido del río Huerva que arrasó con la práctica los huertos y por extensión con las cosechas de Villanueva, daños que también se extendieron a las otras localidades ribereñas del Huerva.

Presión política

Fue un temporal que movilizó a los alcaldes, quienes lograron que los principales representantes de las administraciones públicas se hiciesen eco y visitasen las zonas dañadas, asumiendo el compromiso de ayudar a la recuperación de las zonas asoladas, sobre todo para garantizar el suministro de agua de boca, y para recuperar las parcelas agrarias y los sistemas de riego.

En Villanueva de Huerva, los vecinos pudieron apreciar las consecuencias negativas que tiene el agua cuando se desborda, y de hecho muchos de ellos llegan a reconocer que en su vida habían visto una crecida de tal magnitud.

En ningún momento hubo peligro para la integridad de las personas, circunstancia que llevó la tranquilidad a la población, y más cuando la misma tarde de la riada el delegado del Gobierno de Aragón y técnicos de la CHE acudieron a Villanueva de Huerva, donde el alcalde, Pedro Zarazaga, y miembros del Sindicato de Riegos, les mostraron los daños generados.