El incendio producido en el término de Encinacorba y que arrasó 150 hectáreas, de las que 100 eran de pinar, ha dejado unos árboles quemados y una madera que en principio nadie quiere. La primera subasta de la madera no fue adjudicada y ello ha llevado la preocupación al alcalde de Encinacorba, Mateo Gasca, quien ve como el retraso a la hora de sacar las piezas quemadas puede repercutir "muy negativamente en la recuperación medioambiental de la zona afectada por el incendio de los días 29 y 30 de julio". Al no acudir nadie a la subasta del 22 de septiembre, con un precio de salida de 6 y 8 euros, el alcalde ha mantenido conversaciones con responsables de Medio Ambiente con el ánimo de agilizar la venta de la madera y apoyar la limpieza del monte para que se proceda a las tareas de reforestación, y atajar la erosión y una mayor pérdida de las características de la zona.

La influencia del fuego y sus consecuencias son aspectos que se pueden conocer más profundamente a través de la exposición que del 1 al 5 de diciembre se muestra en el Ayuntamiento de Encinacorba. Es un exposición del Gobierno de Aragón, con la que se quiere informar sobre como son los incendios forestales, sobre sus causas, las huellas, y los planes de actuación, prevención, extinción y todo lo que se puede y debe hacer.