Las fiestas -como decía el profesor Antonio Beltrán-- siempre suponen una ruptura con la rutina cotidiana y la alimentación responde a una elemental necesidad primaria, alcanzando en nuestra tierra un exceso como reacción frente a lo cotidiano, pero también como rito en el que a veces lo menos importante son los alimentos consumidos.

La asociación cultural y recreativa ´El Güeira´, de Vistabella, reunió el pasado 25 de junio en torno a la mesa a 125 asociados en la ya tradicional comida de hermandad que se celebra cada año al final del ejercicio.

El sobrio menú elegido para esta ocasión tenía como plato principal el marmitaco de bonito, que fue complementado con entremeses variados y delicados postres elaborados por las asociadas. Si al menú le unimos la amistad, la armonía y el buen rollo reinantes, el brillo de la fiesta estaba asegurado.

Con estos actos, la asociación cultural y recreativa ´El Güeira´ pretende mantener y estrechar entre sus socios lazos de amistad, una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida, ya que gran parte de los asociados se hallan dedicados durante el año a sus quehaceres profesionales en la gran ciudad.