La antigua Residencia de Niños será la sede del Grado de Medicina

La antigua Residencia de Niños de Huesca acogerá a partir de 2026 la implantación progresiva de los estudios universitarios de Medicina, en un proceso de implantación que está previsto coincida en el tiempo con la finalización de las obras de rehabilitación y adaptación del edificio educativo.

Ese es el compromiso trasladado por el vicepresidente de la Diputación Provincial de Huesca, Ricardo Oliván, y la vicerrectora del campus oscense, Marta Liesa, que recientemente visitaron las antiguas instalaciones ahora en desuso.

Ambos aseguraron que la institución provincial viene acelerando los trámites preceptivos para la redacción del proyecto del ala oeste para llevar a cabo una reforma que permita su uso universitario. «Tanto el Gobierno de Aragón, como la Universidad de Zaragoza, el Ayuntamiento de Huesca y Diputación Provincial estamos comprometidos con una cuestión prioritaria para todos nosotros y aceleraremos al máximo para que la ejecución de las inversiones sean una realidad cuanto antes», expresó Oliván.

Un empeño que prentede ser consecuente con el compromiso «real» frente a lo visto en legislaturas pasadas en las que no se pasó de una mera voluntad política y de ideas sobre el papel.

La previsión es que si no surgen imprevistos, las obras finalizarán en marzo de 2026, unos meses antes de que se implante el tercer curso del Grado de Medicina al que le seguirán los tres siguientes hasta el año 2030. Una implantación definitiva que resolverá la actual situación por la que los estudiantes cursan primero y segundo en la parte rehabilitada del inmueble y luego, en tercero, deben marchar a Zaragoza para proseguir sus estudios.

Una culminación que para Oliván representará «un hito» para toda la provincia, especialmente porque se hará en unas instalaciones renovadas junto a la Escuela de Enfermería.

La reforma integral del edificio contempla una inversión de siete millones de euros, de los que tres serán aportados por el Gobierno aragonés y uno por la Diputación de Huesca, además de otros tres procedentes de fondos europeos ya adjudicados.

Para la vicerrectora del Campus de Huesca, Marta Liesa, es motivo de felicitación «el compromiso político» con la ejecución de las obras y, en ese sentido, consideró que ha de ser imprescindible «garantizar al estudiante de Huesca las mismas condiciones de seguridad y calidad que las que disfruta el que está en Zaragoza. En la actualidad, se están elaborando los pliegos para sacar a concurso la redacción del proyecto.

La parte exterior mantendrá su apariencia actual tras las obras, ya que se trata de un edificio histórico. En el interior, compuesto de tres plantas, seguirá el bar en la primera altura, además de varias aulas, y la planta de arriba tendrá un uso de despachos. Algunos forjados con riesgo serán reforzados y resultará necesario rehacer la cubierta, ahora en estado de ruina. Además, se mejorará la eficiencia energética del edificio para que tenga un consumo casi nulo.