Ciudadanos de Zaragoza y Huesca salieron ayer de nuevo a la calle para protestar contra la guerra del Golfo. En la capital oscense alrededor de 2.000 personas mostraron su oposición al conflicto, mientras que en la capital aragonesa en torno a medio millar de zaragozanos se concentraron en la plaza de España respondiendo a una convocatoria de la Asamblea Ciudadana contra la Guerra para exigir que se ponga fin a la invasión de Irak.
En Zaragoza, una pancarta con el lema "No a la guerra. No con mi silencio. No en mi nombre" presidió la concentración, en la que también se expusieron pósters referentes a la marcha a la Base Aérea de Zaragoza convocada para el próximo domingo. "Para desplazarse hasta las instalaciones de Garrapinillos contamos con diez autobuses que harán dos viajes", informó un miembro de la organización. "Los autobuses saldrán a las 10 de la mañana de El Portillo, al igual que los que vayan en bicicleta".
Quienes deseen ir andando hasta la Base habrán de concentrarse antes de las 8.45 de la mañana del día 30 de marzo en Los Enlaces, lugar del que está previsto que salga la marcha. Por otro lado, a las 12 horas de hoy comenzará en el Campus Universitario una acampada permanente para exigir el cese de los combates en Irak.
La concentración de la plaza de España, que en adelante tendrá carácter diario, se realiza en torno de una mesa que se monta de 6 a 9 de la tarde y en la que se venden chapas, pegatinas y camisetas con lemas contrarios a la guerra de Oriente Próximo.
En Huesca, más de 2.000 personas, según los organizadores y la Policía Local, se manifestaron para expresar, con pancartas y gritos, su rechazo a la guerra de Irak, solicitar el fin del conflicto y reclamar la dimisión del Gobierno central por el apoyo prestado a la intervención armada. La manifestación, que partió a las 12 horas de la plaza de Navarra, estuvo encabezada por miembros de la Coordinadora contra las Guerras de Huesca, que portaban camisetas blancas teñidas de rojo para simbolizar la sangre de las víctimas de la contienda. Durante el recorrido hasta la Subdelegación del Gobierno, los manifestantes gritaron consignas contra el Ejecutivo español y mostraron pancartas contra la guerra, entre ellas una con una reproducción del Guernica .
