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La resistencia iraquí golpeó de nuevo a España, esta vez con más contundencia que nunca. Siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio de espionaje español, perdieron la vida ayer al ser atacado el convoy en el que viajaban, sin escolta, cerca de Zuwaira, a unos 30 kilómetros al sureste de Bagdad. Los cuerpos sin vida de los españoles fueron objeto de escarnio por habitantes locales mientras una televisión británica filmaba lo sucedido, reviviendo la tragedia que un día sufrieron las tropas de EEUU en Somalia y que forzaron a las autoridades de Washington a retirarse del país.

Sólo uno de los ocho agentes que viajaban en el convoy, José Manuel Sánchez Riera, pudo escapar de la muerte con heridas leves. Todo sucedió a las 15.45 horas (dos horas menos en España), según la versión del Ministerio de Defensa español. Armados con morteros y fusiles kalashnikov, los resistentes abrieron fuego contra dos vehículos. Un equipo de la cadena de televisión Sky News que pasaba por el lugar contempló, una media hora después, cómo, en el arcén contrario de la carretera, una multitud se arremolinaba en torno a varios cuerpos sin vida. Dos vehículos en llamas testimoniaban que se trataba de un ataque.

CONSIGNAS EN FAVOR DE SADAM El equipo de periodistas, liderado por el británico David Bowden, tan sólo pudo filmar durante unos minutos cómo niños iraquís rodeaban los cuerpos, antes de verse obligados a salir del lugar al ver amenazada su integridad física. Uno de ellos llegó a poner su zapato encima de uno de los cadáveres, mientras otros comenzaron a gritar consignas en favor de Sadam Husein.

Un pequeño que no tenía "más de nueve o 10 años", según Bowden, daba patadas a uno de los cuerpos. El denso tráfico en la carretera A-1, bautizada por las tropas norteamericanas como Ruta Jackson , que une Bagdad con Basora vía Al Kut y Amarra, seguía fluyendo sin que los vehículos prestaran atención a la terrible masacre que había sucedido minutos antes.

Ningún dato permite esclarecer si el convoy fue atacado deliberadamente por transportar ciudadanos españoles o si se trató de un incidente más contra efectivos de la coalición ocupante.

TANATORIO DEL AEROPUERTO Tras conocerse las primeras informaciones del incidente, tres helicópteros artillados Superpuma del Ejército español despegaron del helipuerto de Base España, en Diwaniya, para realizar una misión de reconocimiento. Pero fueron los soldados de la Tercera Brigada de la 82 División Aerotransportada estadounidense los que recuperaron los cuerpos, ya que el incidente se produjo en una zona de responsabilidad militar de EEUU. Los cadáveres fueron trasladados al tanatorio del aeropuerto de Bagdad.

Su repatriación está prevista para mañana lunes, a bordo del mismo avión Boeing 707 en el que viajó anoche el ministro de Defensa, Federico Trillo, junto a Jorge Dezcallar, director general del CNI. La oficina de prensa de Base España quiso precisar que los españoles fallecidos no estaban bajo responsabilidad de la Brigada Plus Ultra, sino que "operaban desde el exterior".

Según la versión oficial facilitada por el Ministerio de Defensa español, los ocho agentes realizaban una misión de reconocimiento del terreno, tras almorzar en Bagdad.