Irak se parece cada vez más a Vietnam. La resistencia iraquí causa bajas casi todos los días a las fuerzas de EEUU y sus aliados. Los métodos más utilizados son los coches bomba, el tiroteo de helicópteros, las bombas contra convoyes, los lanzagranadas contra cuarteles y las emboscadas.

El último gran ataque tuvo lugar el pasado día 12: 18 carabinieri y 9 civiles iraquís murieron después de explotar un coche bomba en el cuartel italiano en Nasiriya. El mismo sistema fue empleado para atacar la embajada de Jordania (17 muertos) y la de Turquía (13); la sede de la ONU (23 fallecidos) y la mezquita del Imán Alí (83). El 27 de octubre, otras 43 personas perdieron la vida en cuatro ataques suicidas lanzados contra varios objetivos (entre ellos la sede de la Cruz Roja) en la ciudad de Bagdad.