Un silencio sentido y solidario. Centenares de personas se congregaron ayer ante el Ayuntamiento de Zaragoza para expresar sin palabras su apoyo a las víctimas de los atentados de Madrid del 11 de marzo. A unos metros de la sede consistorial, los trabajadores de la Delegación del Gobierno también acompañaron con su silencio y gesto sobrio a las familias afectadas.

"Es un día en el que hay que estar con las víctimas. Tras un atentado terrorista hay unas personas que han perdido a un ser querido y de ellas nunca nos podremos olvidar", manifestó ayer el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ante la sede de la Delegación.

"Hemos de tener un recuerdo con los que fallecieron y trasladar nuestro cariño a los familiares, así como el deseo de que situaciones como ésta no se vuelvan a repetir jamás", afirmó junto al Justicia el subdelegado del Gobierno en Huesca, Ramón Zapatero. Y su homóloga en Teruel, Maria Victoria Alvarez señalaba también en Zaragoza: "Con el silencio se ha querido materializar ese dolor que no se puede expresar de otra manera".

El homenaje de los zaragozanos desde la plaza del Pilar fue sencillo y sincero. Tras las campanadas el silencio. Y con él, los rostros serios, algunos emocionados, otros serenos, y otros de rabia contenida. "Estamos aquí para apoyar a las familias, para que no se sientan solas en un día tan doloroso", explicaba María Isabel, una zaragozana. Junto a ella, cientos de personas: los policías en protesta, funcionarios municipales, personas mayores, jóvenes y niños. "El silencio ha sido muy elocuente. Poco podemos añadir", coincidían en señalar varias trabajadoras del ayuntamiento.