L a Policía Local de Zaragoza endureció ayer su protesta por la tramitación de la ley autonómica que regulará los cuerpos municipales. Dos centenares de agentes tomaron el ayuntamiento, donde hasta media tarde efectuaron pitadas y caceroladas mientras por la noche quedaban encerrados los delegados sindicales junto con varios compañeros.

La tensión provocada por el convencimiento de que el equipo de Gobierno municipal ha presionado a la DGA para modificar la regulación de la segunda actividad, junto con la negativa de sus responsables a recibir a los representantes sindicales, desembocó ayer en una ruidosa protesta iniciada sobre las nueve de la mañana, cuando los policías celebraron en el edificio consistorial la asamblea que el concejal de Personal, Jesús Sarría, había autorizado en el cuartel de Palafox. El edil fue denunciado poco después ante el juzgado de guardia por la Junta de Personal del ayuntamiento, que le acusa de prevaricación por ordenar la celebración de la asamblea en un lugar no solicitado.

PITADAS Y CACEROLADAS Poco después empezaban las concentraciones de policías locales en la planta noble del consistorio, alternadas con salidas a la plaza de El Pilar. A base de pitos y caceroladas, los agentes, algunos disfrazados con pelucas y cascos, reclamaban la dimisión de Carlos Pérez Anadón, teniente de alcalde responsable de la Policía Local, y pedían al alcalde, Juan Alberto Belloch, que los recibiera. Acercarse el pasillo que lleva a sus despachos era ensordecedor. Paralelamente, el edificio se llenaba de pasquines: Un alcalde de ´coña´ tendrá una policía de ´coña , A reglamento así sean cien años´ , PSOE y PAR ladrones (Chunta los cómplices) .

Sin embargo, el alcalde descartó ayer cualquier contacto entre el equipo de gobierno y los sindicatos antes de que el próximo 20 de abril las Cortes debatan la ley.

El anuncio enfadó a los sindicatos. "Belloch es absolutamente irresponsable. Puede llevar a la ciudad al caos", dijo Tomás García, de Cipol-CSL. "¿Para qué va a servir eso? Queremos una puerta abierta; no que nos la cierren", anotó José Mendoza, de UGT. Su compañero de sindicato Miguel Angel Yagües había señalado que "si Pérez Anadón no nos recibe antes del pleno, la semana que viene se convocará una asamblea en la que tomaremos medidas radicales".

Los representantes sindicales insistían a sus compañeros en que la protesta debía ser cívica. A mediodía, garantizaban que el pleno no se verá perturbado al intendente del cuerpo, Antonio Blas Soriano, que les mostró su preocupación por que las concentraciones, a las que pueden asistir dos tercios de la plantilla, reduzcan los servicios en la ciudad.

PLENO RESTRINGIDO Belloch prefirió prevenir. Comunicó en la Junta de Portavoces su intención de restringir el acceso al pleno: sólo podrán asistir los intervinientes, la prensa y los representantes sindicales de los agentes. Los ciudadanos que decidan asistir deberán solicitarlo a los grupos municipales, que deberán obtener la autorización del alcalde.

Por otro lado, informaron fuentes del cuerpo, el ayuntamiento pidió ayer a la Policía Local la identificación de los agentes que participaron en la asamblea, disponible al ser obligatorio inscribirse previamente para evitar que la asistencia supere los dos tercios de la plantilla de servicio que marca la ley.

El concejal del PP y portavoz de los populares Domingo Buesa remarcó que el pleno es público y que su partido "no va a tolerar que el alcalde decida que entre o no la gente en función de sus problemas". El pleno no es el teatro princial en el que para asistir haya que sacar entradas. Su planteamiento es una barbaridad", concluyó.

Por su parte, fuentes municipales destacaron que los problemas laborales de los empleados municipales se tratan en la Junta de Personal, que se suele reunir semanalmente.

El portavoz del PAR, Manuel Blasco, por su parte, criticó que los concejales no pudieran hacer ayer su trabajo con normalidad como consecuencia de la protesta de los agentes.