El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, emitió el pasado martes un decreto por el que limita la asistencia al pleno municipal de hoy "ante la previsión" de que pudieran producirse "acciones que perturben gravemente el normal desarrollo de la sesión, tal como sucedió en la anterior", celebrada el 11 de marzo y que tuvo que ser suspendida momentáneamente y trasladada a otra sala por la protesta de los agentes de la Policía Local.

Además de los concejales y los funcionarios que se sitúan en el estrado, podrán entrar en el salón de plenos --aparte de la prensa, que tiene reservada la primera fila-- un máximo de 99 personas, todas ellas previamente accreditadas por el Servicio de Protocolo municipal.

Concretamente, podrán asistir once funcionarios que deben intervenir en la sesión y ocuparán la segunda fila de asientos, 27 miembros de la Junta de Personal que tendrán reservadas las filas de la tercera a la quinta y 61 espectadores invitados por los cuatro grupos municipales con esta distribución: 23 asientos para el PSOE, 22 para el PP, 12 para CHA y cuatro para PAR.

El pleno municipal debatirá una moción del PP que insta al alcalde a que "se reúna con los representantes de los sindicatos con el fin de analizar todas las cuestiones relativas a la Policía Local".

La introducción de la moción señala que los representantes de los agentes "están reclamando insistentemente una reunión con los máximos responsables" municipales, "y éstos, de manera sistemática, se vienen negando a ello, de forma que en los casi dos años de existencia de la la actual corporación no se ha producido ninguna reunión de esa naturaleza".

La formación conservadora considera esta falta de comunicación como "una grave quiebra del estilo democrático, sin precedentes en este ayuntamiento, con independencia del partido político gobernante".

También anotan que esta situación se ve agravada por la "importancia acrecentada que la Ley de Grandes Ciudades concede a la Policía Local".