Las asociaciones de bares reconocieron ayer que las zonas en las que se concentra una gran cantidad de jóvenes son de por sí conflictivas, pero indicaron que el trágico caso de Iñaki, el chico de 26 años que falleció como consecuencia de una pelea, no es habitual en las zonas de marcha zaragozanas. La asociación Casco Histérico, por su parte, volvió a criticar una vez más que solo se preste atención a la conflictividad de las zonas de ocio nocturno cuando una persona fallece.

"Hay zonas que siempre han sido conflictivas, pero porque hay una acumulación de bares y, en consecuencia, de jóvenes. Y ha sido el ayuntamiento el que ha concedido licencias para que los bares estén juntos", indicó ayer Enrique Puértolas, vicepresidente de la Asociación Plataforma de Empresarios Hosteleros de Aragón. "Es un caso aislado y hay que ver el contexto en el que se produjo", añadió Puértolas, quien también reclamó que se ponga en marcha una normativa para regular las funciones de los porteros de los bares y discotecas. "La realidad es que no hay presencia policial y si les llamas tardan al menos veinte minutos. No llegan de inmediato", apuntó.

Por su parte, Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Cafés y Bares, hizo hincapié en que la pelea "podría haberse producido en cualquier sitio" y recordó que los incidentes que ocurren en la calle son responsabilidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Desde la asociación Casco Histérico, Pedro Merchante criticó que la sociedad solo se fije en la conflictividad de las zonas de ocio cuando ocurre una muerte. "La violencia existe siempre si se llena el tiempo de descanso con alcohol y drogas. La problemática es la misma todos los días", dijo.