Jesús Villalba Chueca (PP) se estrenó en el 2007 como alcalde de El Buste y lo hizo solo. El municipio contaba en el 2003 con 115 habitantes, lo que le permitía contar con cinco ediles. Sin embargo, el censo del 2007 arrojaba una cifra inferior a la centena, exactamente 95 vecinos. El pasado año, Villalba conseguía ser el edil más votado por terceras elecciones consecutivas, aunque, esta vez, ningún pacto le arrebató el cargo, ya que se trataba de la primera ocasión en que el pueblo tenía un equipo de gobierno unipersonal.

Desde entonces, Villalba gobierna solo en el ayuntamiento. Como la normativa permite, cuenta con un teniente de alcalde y un tesorero, elegidos por él. "Ninguno de los dos afiliados", asegura. Además, en el consistorio trabajan un secretario, que comparte con el municipio de Fréscano, dos días a la semana (en la anterior legislatura, cuatro días); y una auxiliar administrativa. Aún así, él es el único referente en el pueblo. "Es una de las cosas malas, tú eres la cabeza visible del ayuntamiento para el vecino que se le estropea algo, pero también para las instituciones de Zaragoza, y no puedes estar en dos sitios a la vez", afirma Villalba.

El alcalde de El Buste cree que "hay muchas diferencias entre un concejo y un consistorio de cinco ediles". La principal debilidad es que "se entorpece la labor del ayuntamiento, retrasa los trámites administrativos". Y sus inconvenientes. Dependiendo de la cuantía de las obras, para ser aprobadas han de pasar por el concejo abierto, que tiene que contar con "un mínimo de un tercio del censo, es decir, obliga a juntar a 30 vecinos".

La ley estipula que se debe convocar el concejo una vez cada tres meses, como mínimo. Jesús Villalba asegura que lo reúne "una vez al mes, si es necesario" y que "la gente está respondiendo". Es más, los vecinos participan. "A los plenos acuden tres cuartas partes de la población y estamos sacando los proyectos con un 90% de respaldo; nadie se opone a las ideas buenas y necesarias para el pueblo", asevera. Eso sí, "debatir entre cinco es más fácil que entre 60, aunque al final se vota, como en un pleno normal".

Jesús Villalba cree que la política en un pueblo pequeño "exige mucho tiempo y esfuerzo". Los proyectos y la consecución de subvenciones "no dependen del número de concejales, sino de la mano izquierda del alcalde". Ahora, lucha por acabar el albergue municipal, hacer una pista de parapente y una ruta de senderos por el entorno del municipio.